El Presidente es optimista por los números en el Congreso, pero desde la oposición y el kirchnerismo insisten con conocer la “letra fina”
En la Casa Rosada ahora admiten que las declaraciones de Alberto Fernández hicieron “ruido”, y buscan restablecer el vínculo con la Casa Blanca. El objetivo, aseguran, no es la aprobación final del acuerdo en el board del FMI, que consideran garantizado, sino mantener la estrategia de multilateralismo del Frente de Todos y proteger las posibilidades de financiamiento de los organismos de crédito multilaterales, vitales para fortalecer las reservas del Banco Central. En ese sentido, mantendrán en pie los intentos por lograr una reunión bilateral con el primer mandatario estadounidense, Joseph Biden, por ahora cada vez más lejana.
En los últimos días hubo varios diálogos entre los funcionarios vinculados a la diplomacia y representantes del gobierno de Biden, desde el embajador Jorge Argüello, al canciller Santiago Cafiero, el secretario de Asuntos Estratégicos y mano derecha del Presidente, Gustavo Béliz, y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, orientados a “limar el conflicto”, como describieron en el entorno presidencial.
“Se está trabajando con charlas que tienen distintos funcionarios argentinos con altos funcionarios de allá”
El objetivo de la recomposición en el vínculo, más allá de la firma definitiva de los términos de refinanciamiento de la deuda externa, apunta a salvaguardar el acceso al crédito internacional a través de organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, donde Estados Unidos tiene, al igual que en el FMI, importante injerencia.
Más allá del acercamiento, en el Gobierno hacen algunas salvedades. Una fuente oficial remarcó que no concuerdan con la postura de que Estados Unidos “nos hace un favor ayudando a que el acuerdo se produzca”. “Estamos en una situación de debilidad y necesitamos que el acuerdo se produzca. Pero al gobierno estadounidense no le sirve políticamente que la Argentina no acuerde con el Fondo. Por motivos diferentes de los nuestros, lógicamente. Si no hay pacto, el problema va a seguir, y va a crecer, y EE.UU. tiene la responsabilidad política de ese préstamo, donde se rompieron todas las reglas del propio FMI”, dijo un funcionario.