Nuevamente llega al Palacio de Planalto tras dos mandatos. Las perspectivas de su gobierno y los desafíos que le deparan
Luiz Inácio Lula da Silva comienza este 2023 con un gran reto a sus 77 años. Desde este domingo será por tercera vez en su historia presidente de Brasil aunque, en esta oportunidad, con grandes desafíos por delante.
En un clima de cierta tristeza tras la muerte del ídolo del fútbol Pelé, comienza una nueva “Era Lula” que tendrá por principal objetivo sanar un país profundamente dividido y abrirse nuevamente al mundo, que se mantiene expectante del camino que pueda tomar Brasil.
Las calles de Brasilia se tiñen de fiesta para recibir a los cerca de 300.000 seguidores del líder izquierdista. El equipo de transición preparó un minucioso operativo policial que movilizará a 15.000 agentes de todos los cuerpos de seguridad del Estado para poder garantizar una fiesta en paz, tras los múltiples atentados llevados a cabo por los seguidores de Jair Bolsonaro.

En un guiño al mundo sobre su tendencia aperturista, el acto contará con la mayor representación extranjera vista hasta el presente en una investidura en el país. En total, estarán presentes delegaciones de medio centenar de países, entre ellos, veinte jefes de Estado y Gobierno como los de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Alemania, Portugal, y el rey Felipe VI de España.
Muchos de ellos, incluso, mantendrán encuentros el lunes, en una clara señal de restablecimiento de las relaciones bilaterales.